Muchos artistas buscan el impacto con sus obras. Ya hay mucho hecho y llamar la atención sobre el propio trabajo es realmente difícil a estas alturas de la historia. Así pues ¿qué nos queda? El impacto, una llamada de atención perecedera que ocupe algunas portadas, muchas polémicas y ya está. Escandalizar y provocar. Incluso violentar.
En mi opinión, esto no es arte. El arte, tal como yo lo concibo, es todo delicadeza. Es la capacidad de desnudar la verdad sin apenas rozar su piel, dejándola ahí expuesta sin que nadie se sienta violento, ni siquiera la propia verdad.
La delicadeza es una aspiración enorme, pero vale la pena el esfuerzo de encontrarla cada vez, en cada nueva creación. Sin duda, esa delicadeza causará más impacto en las almas de quienes vean la obra que cualquier otro invento destinado a crear polémica.
Yo iría más allá: la propia y personal delicadeza, no una delicadeza buscada de forma artificial, "porque sí", sino la que te sale espontáneamente...Si consigues plasmar esa naturalidad, siempre llamarás la atención de alguien que esté en la misma sintonía. Y ese alguien no tendrá precio.
ResponderEliminar¡Un beso!
La delicadeza debería ser asignatura obligatoria en el colegio :)
EliminarUn beso
Belleza y violencia tienen rima asonante.
ResponderEliminarUf, yo no consigo hacerlas rimar de ningún modo. Y, desde luego, delicadeza y violencia menos todavía. Pero mira que fácil riman belleza y delicadeza.
EliminarNo he dicho que rimen, sino que es "asonante". Que también suena a malsonante...
EliminarSi haciendo ruido se consiguies algo.. `pero sólo levanta la voz quien grita en los mercados, la obra debería valerse por sí misma, sin aspavientos para destacar por su propia belleza
ResponderEliminarAsí es, Ico. No me gustan nada los aspavientos, ni los gritos de mercado detrás de los que sólo hay... mercancías.
EliminarClaro que para las obras delicadas también deben de existir los oídos delicados.
Un beso
La misma palabra delicadeza es bella, como zambullir, rozar. Quizá sea la zeta que es sugerente. El arte es como un susurro que te abre los poros.
ResponderEliminarSí, las palabras suenan a lo que son. Si repitieramos tres veces cada mañana la palabra delicadeza, antes de salir de casa, seguro que el día sería diferente.
EliminarUn beso
Me parece muy poética tu reflexión, me gusta mucho tu blog y por ello te mencioné en el mio, espero que sea de tu agrado. Saludos.
ResponderEliminarMuchas gracias, Teresa. Tengo la faceta poética sin explorar, pero a veces me salen cosas así ;)
EliminarGracias por la mención.
Saludos